Está bien no saber

Está bien decir que no lo sé. No tenemos que saberlo todo, de hecho, ¿cómo podríamos? Lo que debemos hacer es escuchar, escuchar y aprender todo lo que podamos. Hacer esto reduce lo que no sabemos y nos hace más humildes y dispuestos a participar en momentos de enseñanza/aprendizaje.

En mi opinión, la falta de pensamiento crítico con nosotros mismos es la raíz de muchos de los problemas que nos enfrentamos como sociedad. No te ha pasado que ¿ves más sencillo solucionar u opinar sobre los problemas de los demás y podemos resolver sus conflictos con unas simples palabras o ideas, que los tuyos propios?.

Me encanta el "approach" que hace GTD sobre nuestras ganas de aprender y de ayudarnos a crear un pensamiento crítico. No se habla mucho de ello, está escrito entre líneas en los libros y tal vez ni te des cuenta de ello, pero va incluido en el paquete. Eso sí, necesitarás ganas de escuchar y de aprender, porque al comienzo: no sabes. Y está bien no saber.

Es muy fácil empezar a crear tu sistema, verás de forma muy inmediata los beneficios. Pero en muy poco tiempo, te verás envuelto de nuevo en tus antiguas rutinas, tu estrés y tu forma "de siempre" de hacer las cosas. Nos ha pasado a todos. Todos hemos caído, tratado de adaptar GTD a nuestra forma de cómo llevar las cosas, sacar un par de hábitos de aquí y de allá y montarnos un sistema Frankenstein.

Cuando empiezas con GTD y compruebas que son solo 5 pasos y una organización en listas tendrás la sensación de que "o te sobra algo o de que te falta" y tratarás de rellenar o quitar cosas. No lo hagas.

Reconoce que sobre cualquier cosa no lo sabemos todo: siempre hay aspectos que se nos escapan o que tardan en aparecer y hay que esperar pacientemente que se manifiesten. Si no somos pacientes, en unos pocos días catalogarás las cosas con los clichés de tu propio interés y no habrá cambiado nada.

Sin embargo, si consigues seguir con tu sistema, reconociendo los errores y el aprendizaje, corrigiendo tus fallos e instaurando los hábitos que te propone GTD también estarás consiguiendo algo más valioso incluso: cambiar tu forma de pensar.

Es probable que este sea el beneficio más grande que GTD nos aporta: aprender a pensar. Porque al cabo de un tiempo, tal vez puedas comprobar que estás pensando de una forma que no hacías antes. Pensar antes de hacer. Tu sistema, tus listas, tus contextos... te están ayudando a reflexionar antes de hacer. Pero no de una forma cualquiera. Te está ayudando a ser más eficiente. A elegir de entre todas las cosas que tienes por hacer la que mayor aporte cualitativo te aporta. O dicho de otro modo: a decidir qué no hacer. A mí me costó aprender esto, yo estaba con mi idea de que hacer muchas cosas es ser productivo y ya he comentado por aquí que ese modelo de pensamiento industrial es muy poco eficiente.


«No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto» P.F. Drucker.




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