Comenzar un hábito con la ayuda de GTD

Para este año he comenzado una actividad nueva, algo que llevo deseando desde hace muchos años pero que nunca empecé.

Quiero llevar un diario y como toda nueva actividad supone un esfuerzo grande. Al igual que implantar GTD, generar el hábito es duro. Comprarte el diario y escribir un poco es una cosa, pero escribir todos los días es otra.

Como cualquier otro hábito que quieras comenzar, el gran reto es asimilar la cantidad de cambios a aplicar en tu rutina. No se trata sólo de sentarte a escribir o de hacer aquello que te has propuesto. Donde hace falta trabajar es en el conjunto de hábitos que cambian tu forma de actuar y que con el paso del tiempo también cambia tu forma de ser. Porque nuestras acciones definen nuestra identidad, nuestros hábitos dicen más de nosotros que un CV.

Por eso hay hábitos que nos cuestan menos adquirir y otros que suponen un esfuerzo muy duro y consciente.

Utilicé mi sistema GTD para ayudarme a escribir mi diario. Me hice las dos preguntas clave de GTD: ¿cuál es el resultado que quiero conseguir?, ¿cuál sería mi próxima acción?

Podría contestarlas de forma sencilla: mi resultado deseado es crear un hábito de llevar un diario y mi siguiente acción es escribir 2 líneas mañana a las 7am. ¿Me ayudaría realmente estas respuestas?. Evidentemente no. El mero hecho de tener la siguiente acción en mi sistema no me va a motivar a hacerlo.

Lo que hice fue responder a otra pregunta relacionada: ¿Cómo puedo modificar mis rutinas o mi entorno para que la siguiente acción me resulte más fácil de hacer? ¿Cómo podría recompensarme después de completar la acción?

Estas preguntas me ayudaron mucho más para tener otro enfoque y sacar ideas para ayudarme a crear el hábito que quiero conseguir.

Solemos pensar que crear un hábito es cambiar nuestra actitud o nuestras rutinas. Es cierto, pero hay algo que puede ayudarnos más que usar nuestra propia voluntad. Y es es cambiar u optimizar nuestro entorno. Podemos poner obstáculos en el camino que nos llevan a nuestros "malos" hábitos y dejar el camino despejado para los "buenos" o los nuevos que queremos conseguir adquirir.

Estos fueron los cambios que hice:

1. Me compré un diario específico, que me ayudara haciéndome preguntas diarias. De esta forma me costaría menos que poner una hoja en blanco, porque sabía que de esta forma me ayudaría a ponerme a escribir si tengo que contestar a preguntas específicas cada vez.

2. Dejé el diario y mi bolígrafo favorito, encima de mi escritorio. Fuera de la mesa de noche. Muchos pensarán que dejarlo en la mesa de noche sería más fácil, pero en mi caso todo lo contrario. He tenido libros cogiendo polvo en mi mesa de noche. Dejarlo en mi escritorio en otra habitación me ha ayudado muchísimo más. Nada más levantarme, sin ni siquiera ir al baño, voy al escritorio y escribo. Y lo último que hago antes de entrar en la cama por la noche es ir al escritorio y escribir.

Después de estos "cambios" pude contestar de nuevo, a las preguntas anteriores: 

¿Cuál es el resultado que quiero conseguir?

Completar 7 días seguidos escribiendo un diario

¿Cuál sería mi próxima acción?

Comprar The Five Minute Journal.

Al ver este resultado y la siguiente acción me parecía muy fácil alcanzarlo.

Completar los primeros 7 días fue muy motivador y mucho más fácil de alcanzar. Pasados ya más de un mes (me lo auto-regalé el día de navidad), al convertirlo en una práctica regular, escribir nada más levantarme y antes de acostarme se han convertido en rutina, aún no podría llamarlo hábito pero me siento cerca.

No necesitas GTD para crear un hábito. En mi caso, usar el workflow que recomienda GTD y ver en mi sistema los resultados que quiero conseguir y las siguientes acciones me ayudan mucho.

Mi recomendación para ayudarte a ser capaz crear hábitos es que entiendas toda tu parte de responsabilidad: hacer promesas y cumplirlas con uno mismo es lo más importante para crecer.


Photo by MiriamMorales


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